jueves, 15 de agosto de 2013


Inédito en democracia, fallo de la Corte Suprema en Chile permite la violación al derecho de expresión.

 

Con fecha 13 de Agosto del presente año, la 3era sala de la Corte Suprema ha rechazado el Recurso de Protección interpuesto en contra de Luis Riveros Cornejo, Gran Maestro de la Gran Logia de Chile quien expulsó a un integrante de la masonería miembro del Real Arco por haber emitido y circularizado una opinión contraria a un informe emitido por el Gran Orador, el cual contenía innumerables errores e imprecisiones en la doctrina masónica.

Este fallo que confirma la sentencia de la Corte de Apelaciones apelada de fecha 31 de Mayo de 2013 fue acordado con el voto en contra del Presidente de la Sala  y redactor del fallo señor Sergio Muñoz y del abogado integrante señor Guillermo Piedrabuena, quienes fueron de parecer revocar la sentencia apelada y acoger el recurso de protección dejando sin efecto la decisión impugnada y restableciendo en plenitud los derechos al recurrente señor Pedro Morales. Por el contrario el ministro Héctor Carreño, el ministro suplente Alfredo Pfeiffer y el abogado integrante Alfredo Prieto estuvieron por rechazar el recurso.

Este hecho se agrava tratándose de la Gran Logia de Chile, institución masónica que declara en sus principios ser una permanente defensora de la libertad, igualdad y fraternidad de la humanidad.

Causa 4808-2013 Corte Suprema


Causa 26319-2013 Corte Apelaciones

domingo, 4 de agosto de 2013

La masonería, como Orden iniciática, es espiritual; aunque muchos de sus miembros actuales lo ignoren, el simbolismo masónico nos indica claramente que su objetivo sería la construcción de un Templo en el interior de cada iniciado, tallando (o transmutando) esa Piedra Bruta que hay en el fondo del ser humano. En otras palabras, buscar su perfeccionamiento a través de un proceso de iniciación espiritual que conduciría al masón a cumplir su Deber de buscar la transformadora Palabra Perdida, oculta en el fondo de nosotros mismos, valiéndose de métodos rituales y simbólicos. Es precisamente en el significado profundo de sus símbolos, signos y alegorías –que permitirían trascender nuestras limitaciones y condicionamientos mentales– donde reside el gran secreto de la masonería, como nos explican notables masones, desde el caballero Ramsay a Christian Jacq. Por ello, tal secreto no puede ser traicionado ni comprendido por nadie que no esté preparado internamente, y sólo podrían acceder al mismo los adeptos que se entregan a la construcción iniciática de su Templo interior. Ni que decir tiene que demasiados masones han ignorado u olvidado este objetivo esotérico (interno). Y, mientras muchos de ellos se han entregado a la tarea exotérica (social) de intentar perfeccionar el mundo para transformarlo en un Templo armónico, otros se han dedicado a imitar a aquellos mercaderes a los que Jesús expulsó del Templo de Jerusalén, un proceso de corrupción no muy distinto al que han sufrido la práctica totalidad de las instituciones humanas, que inicialmente estaban alentadas por los más nobles ideales.

A.G.